wolfmon

“Si fueseis del mundo, el mundo amaría lo suyo pero porque no sois del mundo sino que yo os escogí del mundo, por esto el mundo os aborrece”.(San Juan 15:19) Odi et amo. Quare id faciam, fortasse requiris... nescio, sed fieri sentio et excrucior.

martes, 10 de mayo de 2011

Tengo bastante ya con no ser todo lo perfecto que hubiera querido para soportar una sola debilidad o error de nadie más, solo hubiera tolerado alguien menos imperfecto y con menos fallos que yo para haber podido avanzar, haber podido aprender, la más cercana purificación y no siempre tener yo que enseñarle todo a todo el mundo, siempre aportando y recibiendo minucias porque me pregunto yo
¿Qué he aprendido de todos vosotros, de ti? Los momentos más productivos han sido en mi soledad, pensando de que estoy hecho y el por que sangro, pensando en todos los errores que he hecho ya que la propia estima está bien erguida por todo lo orgulloso que puedo estar de no ser como todos los demás y encima ser consciente de ello! No es un orgullo pedante ni exultante aunque lo parezca, es un orgullo bendito que me dice que aún tengo oportunidad para alcanzarme, aún más arriba, que no estoy perdido, que hay un intento, que soy aún la oportunidad. Aún así yo no sé si podré depurarme más, rodeado de gente, rodeado de nada con olor y voces, soy lo más parecido a un ermitaño que da de palos a quien se le acerca, unos palos dialecticos o sarcásticos o meramente un “siga el paso sin detenerse mucho”
¿Qué se puede hacer en un mundo donde uno mismo es su propio y único ejemplo? Yo no naci enseñado y aquí estoy, dirigiendo siempre mi mundo sin referencias. Menos mal que me siento, devorando y devorado, aún puedo morder mi carne, no puedo decir que no haya visto algo sublime, otra cosa es que ello me eleve.

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