Como un dolor de estomago en la
noche, como una estrella fugaz vista desde la ventana empañada de un crudo
invierno, como un deseo aguado y cristalizado, como un trago seco de polvo por
la garganta, como una mañana anochecida, como un hambre en cadena perpetua,
como una vida atrofiada en un hueco... así es ver ojos que no ven, piel que no
sientes y palabras sin su propio aliento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario