¿Dónde está la oscuridad tan densa que no arda, símbolos que sobrepasen el amor y el odio, destellos que me cieguen y con su propio pulso me mantengan en una eterna órbita?
Todo mi fuego
arderá toda Sodoma y con ello toda esperanza de ver vida en el desierto.
No mas
hierbajos donde quiero bosques, no más acequias donde quiero mares, mientras
tanto solo fuego... el que doy, el que estoy hecho, cenizas de negro mármol que
avanzan hacia dentro.
¿Cuántas capas me quedan y cuánto
más tengo que reducir cenizas a lo que no llega a ser?
No hay comentarios:
Publicar un comentario