¿Qué importa esperar un destino cuando soy y prevalezco?
Aceptar el mal y el bien de mis momentos
Cada “mi” es el lujo de mis días
Te alejas del bosque por falsos destellos, pierdes la fuerza y no hay razón de sobrevivir sin mi brutalidad interior
¿Para qué engañarme en lo demás, en lo supuestamente simil aceptar lo burdo y ensuciar mi visión?
Uno con sus dentelladas deja el camino libre porque el bosque es mío! Porque el camino es mío! A cada paso someto subordinados, a cada paso soy más puramente pulido y estallaré de mis saltos y mordidas sin impurezas que me degeneren, porque por mucho que brille no espero a la luna, es solo un reflejo que además ven todos.
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