Y nada importa ya que el vino de oro
rebose de tu copa cristalina,
o el agrio zumo enturbie el puro vaso...
Tú sabes, las secretas galerías
del alma, los caminos de los sueños,
y la tarde tranquila
donde van a morir... Allí te aguardan.
A.M
Iniciación
ResponderEliminarEstoy creciendo de la nada.
Mis ojos tantean
la claridad difusa
mis manos
se posan y tantean
abro agujeros
mi cuerpo agujeros
en el cielo agujeros
tanteo las estrellas
agujeros que llueven
y es dolor
y el dolor penetra
mi cuerpo tantea
el dolor tal vez
el gozo
indaga
descubre el mí
mi boca dice
vuelvo sobre mí
misma y tanteo
¡es tanta la ceguera!
cierro los ojos
lo cierro todo
y de repente me abro
veo
veo lo que no hay
veo
estoy creciendo de la nada.
Chantal Maillard
Fabuloso Mirella, perfectas aportaciones, encajan siempre como anillo al dedo, muchas gracias!
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