El odio en silencio es la venganza del cobarde intimidado,
demasiados cobardes intimidados a lo largo de los días, no tengo números para
contarlos, no tengo suficiente memoria para recordarlos, siempre están ahí,
vienen y van por multitudes, toda esa vociferada suya presumiendo de ser fuertes
y especiales... pero sé con plena certeza que siempre han sido y son cobardes, que
esconden, que huyen, cobardes, pero la huída no os ha llevado a ningún sitio
más que a ser más y más conscientes de vuestra inferioridad.
Sois multitud y no sumáis un hombre o mujer
pobres débiles y cobardes.
pobres débiles y cobardes.
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