Siempre nos quedan las cicatrices de
la vida, más de las personas, tantas caras que fueron y no existen, siempre
mercadeando con momentos y vidas, usando el momento y la persona, la vida nos
dice esta roca la pisarás, te sentaras, dormirás en ella pero no, no será tu
base para mirar las estrellas, siendo el humano condenado a vagar, a vagar
entre caras, usarlas, compartirlas, toda la vida es desgaste y el mayor desgaste
es acarrear tantas eternidades que perecieron, no soy un tratante de
eternidades, no quiero acarrear todo ese desgaste ni del pasado ni del presente
ni del futuro, porque lo que pasa es que vas añadiendo cicatrices como caras en
tu piel, que aunque no las mires están ahí para quedarse, renovarse e
intercambiarse, siempre sumando cicatrices.
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