Inexorable futilidad ¿Por qué no te pierdes? Dueles más que una hernia.
Todo conocimiento de lo vulgar nos quita la seriedad de la vida, del momento, de la valía.
¿Cuántas veces habremos de tragarnos carcajadas estúpidas?
El uso del intelecto está minado por el humor del débil.
¿Quién se parece a ratos a una persona?
Se deduce todo a un comportamiento vital del animal, la necesidad de las hienas, aprovecharse de la carroña ajena y reírse como estúpidas. Este es el paisaje de puerilidad que nos ofrece el mundo, por evadirse de la presión, por cualquier cosa. Frívolos, cabeza abajo, vagancia de ser, vida vacía.
Hay que impedir siempre la extravagancia del estúpido, verle cagar no es arte es oler mierda, por ello mejor yo en mi alto higiene que oliendo mierda. No aguanto ese infantilismo hecho de plastilina humorística ¿A los hombres cuando se les permitió ser payasos? Desde hace poco en la historia! ¿Muchas mujeres por qué se les tolera ser unas crías hasta que les llega la menopausia y cambian de blanco a negro sin que el gris haya asomado?
Entre payasos y niñatas el siglo veintiuno ha comenzado. El ausente valor del sacrificio, el ausente valor del respeto por una sola cosa en la vida, el caos de los comportamientos, la barbarie de la irresponsabilidad total con uno mismo y con quien importe, intentar, hacer, deshacer, encontrar, gozar y finalmente repeler.