Oh mi daimon entre lo mortal y
divino, siempre en mis sombras, te cante el fervor de lo impuro, te cante
símbolos de supremacía, aunque solo estás en las noches de los sueños, con el
nexo de lo intemporal, ese espíritu en silencio en susurros, en mi y nunca de
fuera, si no es tiempo en este mundo tú sabrás donde ya que en mi no está tú
ausencia.
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