Aborrezco toda idea indiferente, no siempre estoy triste, luego no siempre pienso.
Se conserva esa rábia innata, también los instintos, en esta mi sangre me hundo y me elevo de una manera extrema, se conjugan los dos sentimientos más fuertes directamente desde mi corazón y mis cojones, no se llevan mal entre ellos pues son puros y no esconden nada que no sea real, sobre la mente ella es espectadora de los actos de ambos, analiza y deja hacer o no.
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