Ni tú ni
nadie va a joderme la belleza que albergo, retenida en mi cabeza, los impulsos,
reacciones, palabras, todo lo demás se vapulea fácilmente, pasa.
Estoy tranquilo sabes, estoy tranquilo cuando sé
que no me vas a salvar de vuestra trivialidad, estoy ya hasta tranquilo de ver
que no puedes hacer nada ni capaz eres de moverme media luna en la noche y cómo iba a ser si tienes los pies más
aferrados al suelo de los inmundos!
Cómo vas a llegar ni a un palmo de ello sembrando
raíces que te hunden y te ponen al nivel del suelo, como en un campo de boniatos ¿No te gusta la palabra boniatos, te suena grotesco? Claro grotesco y verdulero, por eso la empleo.
¿Tú
sabes cómo es un campo de boniatos? Parecen ratas revolviéndose, todas juntas, sucias
de tierra, ocultas en su deformidad, con ese punto aberrante de una comunidad de cosas amorfas.
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