Los descendientes de Marte ( Dios de la guerra) con su eterna revolución cuando se ven invadidos por la pasión de un cuerpo o una alma se creen ultrajados por el objeto de su deseo, arrastrados a un furor sangriento que los lleva a inmolarse con su ídolo, reflejándose como ese dios de la guerra , esa imitación la lleva a cabo en sus intimidades amorosas, escogiendo un amor según su carácter le hace su dios rindiendo adoraciones y celebrando misterios con continuos ritos de los cuales a su persona amada la inmortaliza o la perece.
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