La libertad de ser uno mismo es la
fortaleza interior, la fuerza es la capacidad
de crítica y de ser radical, de no asustarte de ti mismo y sus consecuencias,
de no doblegarte ante lo demás si es imperfecto por mucha presión para
vulgarizarte y masificarte, eso no es ser independiente ni libre, ser uno más
en esta sociedad es ser débil, débil acompañado, el “solo” es fuerte. Sobre mi
fortaleza no confundan solidez y repulsión al fallo con no poder ser la persona
más delicada con lo que ama, de hecho el más fuerte es quien más frenéticamente
caerá por un ideal, por la belleza o su deseo amado sea encarnado o imaginado
en sus neuronas. El precio es caro, la conciencia de alguien elitista y nada
popular. Disciplinado, compulsivo pero nunca vacio. No hay certeza sino
sentimiento, no escucho el eco ajeno sino mis propios pasos… pesados.
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