No más relaciones ni más disculpas.
Sólo saludos lejanos en las
encrucijadas del infinito, saludos de meteoro a meteoro.
Un intercambio
de destellos de incandescencia a incandescencia y un cauto caminar en
compañía con los pasos inaudibles del amor.
Muy bueno, muy sugerente. Cargado de vitalidad.
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