Ver una patología en un ser amado es lo mismo que debe sentir el protagonista de una película de Zombies, cuando su madre o amada se convierten en un trozo de carne sin vida, cojo, con los ojos perdidos, babeando y con ganas de comerte la cabeza.
¿Es ella?¿La mato?¿Huyo?¿Es lo que queda?¿Qué hacer?¿Quién demonios es?
Esta irremediablemente perdida y tú buscando agonicamente de la forma más absurda lo que fuera, cualquier signo en sus ojos que te diga que esa cosa es ella aún con toda esa podredumbre y peste a muerta.
El "amor" no es querer a alguien muerto que sigue caminando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario