Así que todos los dioses siguen muertos...
Todos somos de barro, solo que los demás forman parte de la acequia, ese barro sucio entre cerdos y moscas, otros no nos derretimos sino que estamos secos, un barro seco, aspero, pero a la vez duro
y...todos los dioses siguen muertos, no nos trasforman en carne para poder sangrar por algo y ser dignos de una existencia.